Domingo de Ramos

El Domingo de Ramos es la conmemoración litúrgica que recuerda la entrada de Jesús en la ciudad de Jerusalén donde Él iría a celebrar la Pascua judía con sus discípulos.

Él es el portal de entrada de la Semana Santa. Es en el Domingo de Ramos que se inicia la Semana de la Pasión. Es el día en que la Iglesia recuerda la historia y la cronología de esos acontecimientos para de él sacar una lección.

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México se prepara para la visita de Benedicto XVI

Ciudad de México (Miércoles, 13-03-2011, Gaudium Press) Los organizadores del viaje que el Papa Benedicto XVI hará a México entre los días 23 y 26 de marzo, definieron los patrones de seguridad que serán aplicados durante la estadía del Pontífice al país.

Según la coordinadora del Sistema Nacional de Protección Civil de México, Laura Gurza, cerca de 5.700 agentes federales y estatales serán destacados para garantizar la seguridad del Papa, de su comitiva y de los fieles que acompañarán los eventos con la presencia del Santo Padre. “Estamos dando un destaque especial al Parque Bicentenario donde el Papa celebrará la Santa Misa para cerca de 600 mil personas el día 25 de marzo”.

Laura Gurza dice también que “la seguridad y el bienestar de las personas que participarán de los eventos será asegurada con puestos de auxilio, centros médicos y hospitales móviles”.

En lo que dice respecto a logística, la coordinadora del Sistema Nacional de Protección Civil de México dice que las estradas por donde el Papa se desplazará, “serán temporariamente interceptadas a medida que Benedicto XVI esté transitando entre los municipios de Guanajuato” distante 370 km al noroeste de la capital mexicana.

El Pontífice efectuará sus locomociones a bordo del papamóvil desde su llegada a León desde el día 23 hasta el día 25 cuando va para Santiago de Cuba.

Bautismo de Jesús

El Papa Benedicto XVI celebró la solemne liturgia en la Capilla Sixtina. Una tradicional ceremonia en la que se conmemora el día del Bautismo del Señor y administró el Sacramento del bautismo a 16 bebés. El Papa quiso dirigirse a los padres diciendo: “Recibo con alegría, en nombre de la gran familia, que es la Iglesia, a estos niños tan queridos”, y en seguida hizo la señal de la cruz en la cabeza de cada uno de los bebés.