El párroco de la Iglesia Santa Juana de Arco (ubicada en el barrio La Mota), quiso darles la sorpresa de la visita de Nuestra Señora de Fátima a todas las madres en su día.
El sermón fue cargado de mucha emotividad, sobretodo cuando el sacerdote se refería al papel de la madre católica que ante todo debe inculcar la fe y el amor a Dios. Invitó a todas las madres a retomar la costumbre de rezar el rosario en familia y a poner todos sus afanes en manos de Dios.
La eucaristía culminó con una serenata para todas las madres y en especial a la Madre de todas las madres y con el solemne acto de coronación a Nuestra Señora. Al final nadie quería irse sin antes desearle el “Feliz día” a María Santísima.
